En el enlace sabatino No. 163 el presidente dijo: “Nosotros no somos estatistas” ¿Será que después de haber más que duplicado el número de ministerios y secretarías y haber despilfarrado todos los ahorros del Estado, todos los ingresos de tres años a elevadísimos precios del petróleo, y hasta los mil millones de dólares recibidos del gobierno chino por la venta anticipada de petróleo que nos deja sin parte de los ingresos de los próximos dos años, por los cuales, además, paga una tasa de interés del 7.25%, ahora que quiere vender el Banco del Pacífico, considera que no son estatistas? ¿Qué son entonces, burdos despilfarradores, socialistas listos o patéticos populistas falseadores de la verdad? ¿Y no que pregona el socialismo del siglo XXI, que no es más que el socialismo obsoleto y fracasado del pasado con disfraz de democracia?
Nos dice también que “el principal generador de divisas es el Estado”. ¿Cree que el Estado al cobrar impuestos y al recibir remesas de los emigrantes ha generado divisas? Quien genera divisas es el sector privado y el Estado cobra impuestos , no genera divisas. Quienes generan divisas son los pobres emigrantes, con el sudor de sus frentes, que envían dinero a sus familiares para que puedan subsistir en un país que no genera empleo ni fuentes de riqueza, sino que ahuyenta las inversión, ahuyenta los capitales y les dice que les vaya bonito.
Dijo además que “el principal ahorrador es el Estado”. Pero no ha de ser el Estado ecuatoriano en esta administración, por supuesto. ¿Recuerdan cómo siempre se ufana de haber transferido al presupuesto del Estado todos los fondos que antes existían porque los gobiernos anteriores practicaban lo que él llama una “falsa prudencia”? ¿Recuerdan al Fondo de Ahorro y Contingencia? Ahora no tenemos nada ahorrado, al contrario tenemos un déficit de $3000 millones sin poder ser financiado porque ni los “países amigos” quieren darle dinero al país en las condiciones de alto riesgo que presenta actualmente, peormente en las condiciones que el presidente quiere, es decir sin condiciones.
¡No! ¡No engañe a la nación! ¡Este gobierno es consumidor de recursos y despilfarrador de nuestra riqueza!
Nos dice que “en sectores estratégicos va a invertir el Estado”. Veamos la refinería del Pacífico. Primero nos dijeron que Ecuador participaría con el 51%. ¿Y ahora? Sólo con el 16%. ¿Y el resto? Con 70% la compañía coreana SK Construction & Engineering, cuya procedencia debe ser investigada por la Asamblea, así como sus activos, para no ser sorprendidos un día de que la compañía que suscribió el contrato es una compañía de papel como ha sucedido frecuentemente en el país. Con el 14% restante, Venezuela. ¿Es soberanía dejar la refinería en manos de una compañía coreana como socio mayoritario, si es que encuentra financiamiento y si algún día llega a ser construída? Y nos dice que la refinería es nuestra, que ya no importaremos derivados. En realidad, insisto, si es que algún día llegase a ser construída, estaría en territorio ecuatoriano pero no sería nuestra. Sería nuestro el 16% y seríamos socios minoritarios y tendríamos que comprar los derivados a esa compañía, cuyo socio mayoritario es una compañía privada coreana.
Nos quiere hacer creer que es austero , que le ahorró a la nación porque demagógicamente se rebajó el sueldo. Pero, en cambio, los gastos del presidente han subido a las nubes. Nunca antes un presidente había gastado tanto como el actual en viajes privados usando un avión presidencial, que se compró a pesar de estar en crisis, por 30 millones de dólares y del que dispone como si fuese de su propiedad.
Cada sábado muestra su desesperación por conseguir dinero, nos habla de impuestos y del subsidio al gas, enviando mensajes que salen de lo más profundo de su subconsciente, indicando que en su pensamiento está el dilema de cómo conseguir dinero, si elevando los impuestos o imponiendo un paquetazo o con la combinación de ambos.
Mientras tanto, comete gravísimos errores que tarde o temprano lamentará. Revaloró nuestra reserva de oro y tomó $502 millones, correspondientes a esa revaloración, de los fondos en caja del Banco Central que pertenecen a los depositantes como los afiliados al IESS, los transfirió al presupuesto del Estado y los gastó, dejando al Banco Central en una situación financiera muy precaria, sin liquidez para devolver esos dineros si los depositantes solicitan su devolución.
Lo que es meramente un ejercicio contable, puesto que el precio del oro sube y baja siendo su valor simplemente relativo hasta el momento en que se realiza una compra o una venta, lo hizo efectivo sin haber vendido el oro, porque no puede hacerlo o al menos no puede hacerlo sin el conocimiento y aprobación de la Asamblea, causando un tremendo problema para cuando el precio del oro baje ya que existirá un enorme hueco monetario.
Los asambleístas deben cumplir con su obligación de fiscalizar al presidente y deben iniciar un juicio político contra el presidente inmediatamente.
domingo, 4 de abril de 2010
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